Las personas mayores en una sociedad, debemos cumplir con las leyes para poder convivir. En el hogar es lo mismo. Se deberán poner las reglas que deberán ser muy claras y precisas y las sanciones que se aplicarán si no se cumplen:
1.- En primer lugar nadie debe gritar, principalmente los niños. Los padres también se tendrán que abstener de hablar a los gritos cuando pierden la paciencia.
2.- En segundo lugar no podrá decir groserías y tendrá buen modo para hablar y los padres deberán hacer lo mismo.
3.- No recibirá ningún regalo o gratificación que no haya merecido y sólo se harán obsequios para los cumpleaños, y para Navidad.
4.- En la calle no deberá pedir nada porque no se le comprará nada, porque desde ahora no recibirá nada sin motivo que lo justifique.
5.- No habrá insultos en la casa de ninguna clase y menos castigos físicos.
6.- Cuando el niño esté en casa tendrá un tiempo para hacer la tarea, leer, o dibujar y otro tiempo para jugar.
7.- El buen comportamiento será gratificado con cosas pequeñas, besos, abrazos, o permisos para ver televisión, u otra cosa que le guste y si no cumple las reglas habrá una sanción que se deberá cumplir con mucha firmeza.
8.- Una gratificación puede ser un puntaje que se le adjudicará cuando haga lo correcto, de manera que al llegar a una determinada cifra pueda ser recompensado con algún premio o permiso.
9.- La sanción no debe ser demasiado severa de manera que se pueda cumplir, como por ejemplo, permanecer sentado sin hablar hasta que se lo permitan y luego pedir disculpas.
10.- Estas reglas deberán estar escritas y a la vista, lo mismo que las sanciones, para que no haya ninguna duda.
11.- Frente a la primera trasgresión se le advertirá primero, diciéndole que no se le permitirá volver a hacer lo que hizo porque recibirá la sanción correspondiente. De manera que si lo vuelve a hacer hay que aplicársela de inmediato sin más vueltas.
12.- Si llora y patalea los padres no deberán involucrarse con él en una pelea sino que tratarán de que se cumpla la sanción, sin gritos y volviéndolo a sentar si se levanta.
13.- Perder la paciencia es perder una batalla que ganará él, perdiendo también todos los resultados obtenidos hasta ese momento.
14.- Los padres deben formar un equipo y estar de acuerdo. Si se apoyan mutuamente el niño no podrá enfrentarlos a los dos y tendrá que aceptar lo que se le indique.
15.- Esto es esencial, porque si el padre dice una cosa y la madre otra el niño aprovecha la división de opiniones para ganar.
16.- Si los padres no se deciden a actuar ahora, cuando su hijo llegue a la adolescencia se atreverá a hacer aún cosas peores porque nunca ha tenido límites.
17.- A los niños no hay que tenerles lástima por ser severo, hay que amarlos y la mejor demostración del amor de un padre es ocuparse de ellos poniéndoles límites y gratificándolos cuando hacen lo correcto.
Si los padres abandonan el rol los niños se dan cuenta y se toman las atribuciones que no les corresponden.
Recuperar el rol y el control de los niños es una tarea ineludible y absolutamente necesaria para evitar males mayores.
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